Digitalización: la nueva realidad para el reporting de Sostenibilidad

La firme y prometedora relación que conforman la digitalización y sostenibilidad no es nueva en el panorama empresarial. Desde una perspectiva regulatoria ya se dieron los primeros pasos en la digitalización de los reportes anuales de las organizaciones con la llamada Taxonomía ESEF (European Single Electronic Format). Esta iniciativa permite que la información que reportan las organizaciones al regulador sea más accesible. Un hecho que aporta robustez, comparabilidad y transparencia a los mercados. Próximamente, con la llegada de la nueva CSRD (Corporate Sustainability Reporting Directive) le llegará el turno a la información relativa al desempeño en materia de sostenibilidad de las organizaciones. Esta circunstancia advierte que apostar por la digitalización para gestionar la sostenibilidad es de una u otra forma obligada.
Dos grandes medios de tirada nacional se hacían eco tiempo atrás del potencial de combinar ambos. Si bien el primero se centraba en la indispensable palanca que la digitalización supone para conseguir los objetivos de sostenibilidad, el segundo resaltaba la obligación de apostar por ambos para mejorar la competitividad del tejido productivo. Ambos coinciden en señalar la importancia del dato y de la capacidad para gestionar el flujo de información como pilares fundamentales para transformar el negocio e incrementar la transparencia en la ejecución de la estrategia de sostenibilidad. Razones de suficiente peso para apostar por el binomio, aunque cabría añadir un argumento más: la capacidad que ofrece la digitalización para hacer frente al cambio.
Son tiempos de incertidumbre económica y de enorme cambio para los equipos de sostenibilidad. Los principales factores, entre otros, que están contribuyendo a ello son: la elevada inflación, los problemas en las cadenas de suministro, la crisis energética, los cambios normativos, la presión de los inversores, la demanda cada vez mayor de productos sostenibles, el incremento de oportunidades de financiación vinculadas a la sostenibilidad y un talento que exige mayor responsabilidad a las organizaciones para las que trabaja.
Todos ellos demuestran el entorno de volatilidad, incertidumbre, complejidad, ambigüedad y fuerte demanda en el que nos encontramos actualmente. A esto hay que añadir los recursos limitados que cuentan los equipos de sostenibilidad y aquellos que contribuyen a ejecutar la estrategia de sostenibilidad desde sus diferentes funciones. Todo ello configura un contexto donde el tiempo y la capacidad para ofrecer una respuesta en tiempo real se han convertido en valores determinantes.
Desvelando la oportunidad del reporting de Sostenibilidad
El “time-to-market” se define como el tiempo que transcurre desde la concepción de un producto hasta su lanzamiento al mercado. De esta forma, aquellas organizaciones que cuenten con procesos más ágiles tendrán un menor “time-to-market” y una mayor capacidad para adaptarse a los requerimientos del mercado. Llevado al ámbito de los equipos de sostenibilidad: aquellos que cuenten con una mejor capacidad para ofrecer una rápida y eficaz respuesta a los requerimientos, ocasionales o no, de los diferentes stakeholders (menor “time-to-market”) en materia de sostenibilidad dispondrán de una mayor ventaja competitiva. Son varios los factores que contribuyen a esto:
- Tiempo: Aumentar la eficacia y la eficiencia de los diferentes procesos involucrados en el reporting de información ESG se traduce en mayor disposición de tiempo para poder ejecutar la estrategia de sostenibilidad y diseñar nuevos programas/proyectos que puedan mejorar el posicionamiento de la organización en esta materia.
- Transparencia: Disponer de procesos que faciliten y agilicen la respuesta a los stakeholders contribuye a mejorar la transparencia e incrementar la confianza hacia la organización.
- Colaboración: Simplificar las vias de cooperación entre las partes involucradas en los diferentes entregables y procesos asociados a la comunicación interna y externa de la ESG incrementa la colaboración y el clima laboral.
- Confianza: La optimización de la gestion global de la información ESG mejora la credibilidad de los equipos involucrados en la estrategia de sostenibilidad y contribuye positivamente a la toma de decisiones de negocio
Consolidar el reporting de Sostenibilidad con confianza y transparencia
El dato no financiero, por sus características idiosincráticas, requiere de una gestion rigurosa que limite los riesgos operacionales. La sensibilidad y trascendencia de la información exige una especial atención por parte de las organizaciones que evite eventualidades que pudieran dar al traste con los objetivos de negocio y poner en peligro la reputación de la organización. A este hecho se le suma la característica de ser un dato que se recoge desde fuentes muy dispares y, en muchos casos, no estructuradas.
Para disponer de un “time-to-market” optimizado a las características de la organización (sector, geografías, mercado..etc.) y limitar la problemática asociada a la gestion del dato no financiero se hace necesario contar con la tecnología adecuada que permita simplificar y ofrecer robustez a los procesos involucrados en la gestion de la sostenibilidad.
Esta tiene que contar con la capacidad de establecer una cobertura del proceso desde la generación del dato hasta su comunicación a las partes interesadas. Debe ofrecer un entorno de colaboración en tiempo real entre todos los involucrados en la estrategia de sostenibilidad y ser lo suficientemente flexible para adaptarse a nuevos requerimientos sin la necesidad de desarrollos complejos. Cuando las organizaciones tienen plena confianza en sus datos es cuando pueden tornarse plenamente transparentes. La digitalización se torna asi en el aliado necesario de los equipos de sostenibilidad para hacer frente a los muchos retos de hoy.